Para empezar...



Para empezar...

¿Quién no ha pensado alguna vez cómo habría sido nacer siendo otra persona o con otras características genéticas? Pues bien, eso es algo sobre lo que ya poco podemos hacer… Pero hay algo sobre lo que sí podemos incidir y es qué hacer con eso que tenemos, cómo adaptar nuestro cuerpo a nuestras necesidades. Ya que tenemos el cuerpo que nos ha tocado, lo mejor es mantenerlo en su estado óptimo, eso es lo que vamos a pretender al recorrer esta Senda del Cuerpo SANO. En ese camino diario también vamos a encontrarnos muchas trampas que van a intentar desviarnos de nuestra ruta, atajos o lastres que van apareciendo a medida que caminamos pero que en realidad nos hacen un flaco favor. Algunas terapias nos pueden ayudar a mantenernos en ruta y, si no estamos en nuestro mejor momento, a buscar el camino de vuelta a nuestra senda.

Mi nombre es Sonia y soy Fisioterapeuta. Llevo más de 15 años formándome y trabajando con diferentes terapias y métodos, principalmente manuales y naturales. En este blog poco a poco te iré proponiendo técnicas y terapias con las que trabajo a diario, contadas junto a mis vivencias personales, con el propósito de que también a ti puedan acompañarte a recorrer ese camino.

Y llegado este momento, una vez finalizadas las presentaciones, ¡cojamos carrerilla y disfrutemos del viaje!

sábado, 22 de septiembre de 2012

Y vuelta a la vida


Atascos, vecinos ruidosos, luces fluorescentes, incómodas posturas largamente mantenidas, prisas, aires acondicionados, estrés, facturas, jefes que te piden que trabajes más en menos tiempo, la casa, la familia… Puffff…

Muchos de nosotros estamos recién regresados de las vacaciones, aclaro, ese corto periodo de “tiempo para nosotros” en el que mágicamente pretendemos borrar la huella del trabajo y las obligaciones que nos han acompañado durante todo el año, pero realmente ¿cuántos venimos limpios para afrontar otro año completo hasta que llegue otra nueva bocanada de paz?

Vamos dejando para otro momento el bienestar porque “en este momento no tengo tiempo”, “no consigo cuadrar los horarios” o “ahora hay otros asuntos que me preocupan más” sin tener en cuenta el efecto que eso está produciendo sobre todo nuestro organismo en estos instantes. Podemos seguir dejando a nuestro cuerpo de lado pero no por mucho tiempo, tarde o temprano llegará el día en el que se haga oír porque se comporta como un niño caprichoso, que si no consigue llamar nuestra atención por las buenas, entonces será por las malas, pero será.

Y lo curioso es que cuando el cuerpo se empieza a quejar nos sorprendemos muchísimo porque nuestro cerebro nos dice “sigue adelante” mientras que el cuerpo dice “ehhh, déjame respirar un poco”. Un angelito y un diablito se posan sobre nuestros hombros para decirnos a un oído “cuídate, cúrate” y al otro “mueve el culo, tienes muchas cosas que hacer”.

Ahí es donde entramos en juego los que nos dedicamos a las terapias manuales, el paciente quiere que “le quites ese dolor” de la manera más cómoda y rápida posible. Y es que eso forma parte de la naturaleza humana, lo queremos todos y lo queremos ya. He entrecomillado “le quites ese dolor” a propósito, con el fin de aclarar esa contradicción más adelante. Y es que eso es tarea ardua. Es como si nos pasásemos años sin limpiar la cocina y de repente quisiéramos pasar una bayeta y dejarla reluciente en segundos. Difícil, ¿no? Y sin embargo, al cuerpo le pedimos eso, que sea capaz de aguantarlo todo sin ningún tipo de mantenimiento, sin revisiones, y con las piezas que nos vienen de serie.

Los profesionales de la salud nos dedicamos a tratar muchas patologías que podrían haber sido minimizadas de haber sido tratadas a tiempo. Por eso, este primer post he decidido dedicarlo a la importancia de la PREVENCIÓN, la adquisición de hábitos saludables, entre los que hoy destaco tener todos los sellos puestos en nuestro “libro de mantenimiento”. Porque en este camino estamos todos, lo que marca la diferencia es la manera de caminar.

Empezamos con este paseo ligero para abrir el camino. Espero que os haya gustado.

 
http://www.boosterblog.es

1 comentario:

  1. Es cierto. Todos dejamos nuestros achaques porque tenemos cosas que hacer y no nos tomamos en serio lo que de verdad importa.

    Muy bueno el artículo, sigue así.

    Besos.

    ResponderEliminar